Milagros Daiana Torres, de 12 años, se encontraba sola en la casa que compartía con su madre y su hermanito menor en La Cocha, cuando alguien ingresó durante la madrugada de ayer hasta su pieza. Después de ponerle una pelota de medias en la boca para que no gritara, le ató varios cables en el cuello y la ahorcó. Más tarde, la autopsia realizada por los forenses de Concepción arrojó que la niña habría sido abusada sexualmente.
El cuerpo fue hallado por la madre de la menor, María del Carmen Aranda. La mujer de 32 años llegó a su casa de Barrio Porvenir alrededor de las 7 y notó que alguien había estado allí. Cuando encendió las luces, se encontró con el cuerpo de Milagros.
El homicidio pronto generó conmoción entre los vecinos de La Cocha, que recién estaban empezando a respirar en paz tras la sentencia a perpetua a los condenados por el caso de Cecilia Britos, la joven de 18 años que fue abusada y asesinada en 2011 en esa misma localidad.
La acusación
Aranda acusa a su ex marido, que no es el padre de ninguno de sus hijos, de ser el responsable del asesinato. Según le confió a la Policía, ella se casó en 2014 con este hombre y se fueron a vivir cerca de la ruta provincial 334, en una casa muy humilde. El matrimonio se terminó hace tres meses, momento en que él se fue de la casa. Sin embargo, según Aranda, el hombre le seguía enviando mensajes: en algunos le pedía volver, en otros la amenazaba de muerte.
“Eran para mí las amenazas. Nunca lo denuncié porque pensaba que nunca iba a hacer nada”, explicó la mujer a LA GACETA. Algunas horas después, fue internada en el Hospital de Concepción, donde se le colocaron algunos calmantes.
Agregó que en los últimos tiempos de la relación, él se había vuelto violento.
Cruce en el boliche
Fuentes policiales informaron que la mujer salió de su casa el sábado a la noche. Primero llegó hasta la vivienda de su madre, donde dejó a su hijo de 10 años. Luego salió hasta un local bailable. Allí se cruzó con su ex esposo pero no se dirigieron la palabra.
Ella cree que el hombre, al verla, se dio cuenta de que su hija estaba sola en la casa y partió hacia allí para agredirla.
No sólo las amenazas por teléfono le hacen creer que fue su ex pareja. También la forma en que ingresó a la casa. Testigos señalaron que en uno de los costados la vivienda no tiene pared sino un plástico negro, por el cual habría ingresado la persona que mató a la niña. El corte preciso en el plástico, en una zona donde sabía que no iba a encontrar ningún objeto del otro lado, hizo activar las alarmas de la madre.
La Policía de La Cocha, al mando del comisario Pedro Gómez y del oficial Cristian Dadín lo fue a buscar al lugar donde vivía y también en la casa de su madre pero no lo encontraron. Cerca de las 20, lo hallaron en la plaza principal de Aguilares. Hoy será presentado ante el fiscal Fabián Rojas de Concepción.
Desesperación
Al ver a su hija sin vida, Aranda llamó inmediatamente a una ambulancia y a la Policía. El médico no pudo hacer nada. El cuerpo tenía cables en el cuello pero también en la cara. Cuando le abrieron la boca, encontraron las medias. La llevaron a Concepción para la autopsia y a última hora la entregaron a los familiares. Los médicos habrían confirmado que fue abusada sexualmente.
La Escuela Secundaria Técnica de La Cocha, a la que asistía la niña, no tendrá clases ni hoy ni mañana por este triste caso. Los vecinos de La Cocha no encuentran consuelo. Según contaron, el sábado a la tarde la vieron a Milagros tomando una clase de acrobacia en tela.
“Era un ángel. Le gustaba bailar. Bailaba danzas y en las comparsas, hacía tela; le gustaba participar en todo; era atenta, saludaba muy bien. Era estudiosa. Es terrible el dolor que se vive aquí... ¿Cómo uno les explica esto a sus compañeros de danza, de tela, de la escuela?”, preguntó su profesora de danzas, Emelina Farías.
Según contó la docente, el pueblo está decidido a marchar. “Vamos a manifestarnos. No queremos otra Cecilia Britos y que pasen tantos años para ver Justicia”.